NICOLAS RUBINSTEIN

Un viaje artístico entre ciencia y subversión

Nicolas Rubinstein, artista que trasciende las fronteras tradicionales del arte, revela un enfoque singular e introspectivo en su primera monografía, «Quand j’aurai du vent dans mon crâne», publicada por Lienart con motivo de sus 25 años de carrera. Aunque su obra parece desprenderse de su esfera personal para explorar universos más amplios, su trayectoria está innegablemente marcada por su pasado. Antiguo ingeniero geólogo, su formación científica infunde a su arte un rigor metodológico y una curiosidad sin límites por el detalle y la complejidad. Sus comienzos en la vibrante escena artística alternativa de Nancy, tras un breve paso por una academia de pintura y el mundo de la geología, cimentaron su vocación artística. Hoy, desde su amplio estudio de Marsella, sigue fusionando investigación y creación, afirmando que su arte, lejos de ser universal, es un diálogo permanente con el mundo.

Nicolas Rubinstein, de la geología al arte anatómico

Nicolas Rubinstein, de formación científica, sobre todo en la École Nationale Supérieure de Géologie de Nancy desde 1984, ha sabido compaginar sus estudios de ingeniería con una prolífica carrera artística y musical. Más allá de su licenciatura, fue en los intersticios del arte plástico y la escena del rock alternativo donde Rubinstein encontró su verdadero impulso, explorando las profundidades de la anatomía y la estructura oculta de los seres.

Artista ante todo, le apasionaban las transparencias, el despellejamiento y la disección, que aplicaba con especial predilección a las representaciones animales, sobre todo en obras en las que metamorfoseaba la emblemática figura de Mickey Mouse. Este personaje icónico se encuentra transfigurado en un esqueleto de rata, una audacia visual que inició en sus portadas para «Nicko’s Fake Diary» en 2004, jugando con la dualidad entre la envoltura gráfica original de Ub Iwerks y el esqueleto simbólico que expone.

Rubinstein adopta este enfoque en exposiciones en las que el hueso, elegido por su evocación de la vida y la memoria, se convierte en el leitmotiv de su expresión artística, consolidando un vocabulario plástico que el artista enriquece constantemente, entre la revelación y la provocación. Para él, el hueso se ha convertido en el pilar de un lenguaje visual que expuso en Le Lieu Unique de Nantes en 2010, y en la prestigiosa Fiac.

Las interpretaciones de Mickey

Su trabajo de deconstrucción anatómica alcanza su punto álgido con sus interpretaciones de Mickey, el icono pop transfigurado en esqueleto que marcó la exposición colectiva ¡C’est la vie! Vanidades de Caravaggio a Damien Hirst» en el Museo Maillol en 2010. Rubinstein describe su enfoque: «Uno de los aspectos fundamentales de mi trabajo es el deseo de revelar la estructura oculta, el esqueleto interior, la anatomía de los seres y del mundo». En su opinión, esta necesidad de revelar, explorar y comprender lo invisible se asemeja a una verdadera misión científica, un continuo desciframiento del mundo que le rodea, a pesar de los misterios que aún quedan por desentrañar.

«Zones Vagues»: un homenaje al océano

Nicolas Rubinstein, conocido por su profundidad artística y su compromiso medioambiental, causó una gran impresión en 2014 en la Bienal de la Unión Mediterránea de Arte Moderno. Su proyecto «Zones Vagues» forma parte de una campaña de concienciación sobre la conservación marina, haciéndose eco de la iniciativa de Alberto I de Mónaco, que fundó el Instituto Oceanográfico para promover el conocimiento y la protección de los océanos. Para la ocasión, Rubinstein transformó el Museo del Castillo Grimaldi de Cagnes-sur-Mer en un océano ondulante de bolsas de plástico, para poner de relieve el problema de la contaminación marina.