ROBERT COMBAS
Sus influencias artísticas
Robert Combas, pintor y escultor, es reconocido como uno de los pioneros del movimiento Figuration Libre, una respuesta artística europea al neoexpresionismo estadounidense y una reacción contra el arte conceptual y minimalista. Combas se sumergió en las artes desde una edad temprana, ingresando en la École des Beaux-Arts de Montpellier en 1975. Sus obras, vibrantes, de líneas crudas y colores atrevidos, encuentran ecos en el Art Brut y el movimiento CoBrA, al tiempo que recuerdan el popular estilo gráfico de Keith Haring.
En el centro de su práctica pictórica, Combas se inspira en la cultura popular, el graffiti, el cómic y el arte callejero, creando un lenguaje visual en el que el pop se une a lo personal. Junto a Rémy Blanchard, François Boisrond y Hervé Di Rosa, sentó las bases de Figuration Libre en París en 1980. Ese mismo año celebra su primera exposición individual en la Galería Errata de Montpellier.
Su ascenso continuó en la década de 1980, periodo en el que se codeó con artistas como Jorg Immendorf y Georg Baselitz, y expuso en Nueva York en la galería Leo Castelli en 1983. Aunque Combas tenía formación académica, su estilo era deliberadamente menos sofisticado y más directo, como en sus cuadros «Panique» y «Les Gaulois et les Romains», obras de arte que transformaron el garabato en una forma artística por derecho propio.
Robert Combas, que vive y trabaja en París, sigue enriqueciendo su obra con referencias a la cultura popular y rasgos autobiográficos, como demostró en su exposición de 2012 en Lyon, donde se expusieron más de 300 lienzos suyos. Estas obras de arte, a menudo adornadas con textos en lenguaje callejero, demuestran una búsqueda permanente de la comunicación visual y temática.
La obra de Robert Combas
La obra de Robert Combas está profundamente arraigada en la representación de la figura humana, a menudo inmersa en escenas salvajes, violentas u orgiásticas. En grandes lienzos, a menudo no tensados, llena el espacio pictórico con una densa profusión de cuerpos, poesía urbana y motivos que recuerdan la ornamentación compulsiva del arte popular y outsider. Combas crea tumultuosas narraciones de guerra, crimen, sexo, celebración y transgresión, reflejando todas las fases del torbellino de la vida moderna. Como decíamos, en los últimos años se ha hecho evidente en su obra una fuerte vena autobiográfica, presente sólo subliminalmente, si acaso, en sus obras anteriores.
A menudo, Combas parece presentar su obra como una crítica, tanto de la gotha artística como de la sociedad en general. En su reciente cuadro «I am greedy man», un denso revoltijo de cuerpos se entrelaza, con figuras lineales transparentes en primer plano, figuras monocromáticas al fondo y dos figuras más logradas en el centro, una con traje de negocios y la otra musculosa y sin camiseta. Bailan en un torbellino de texto sin principio ni final discernibles, en el que podría leerse: «I am greedy man / Please shout me babe / Soul serenade is a lot of pussy / Pussy gone on the Eiffel Tower / My Eiffel Tower is long and large». Esta caricatura de una sociedad en la que todos son anónimos, salvo en el reconocimiento individual de necesidades y satisfacciones, es típica de la obra de Combas a lo largo de toda su carrera.
Aunque las obras de Combas a menudo conllevan un elemento de choque o confrontación, él insiste en que estas imágenes pretenden, sobre todo, atraer al espectador. Su ejecución en colores brillantes y líneas audaces y libres comunica un espíritu de camaradería proletaria que contrarresta la tendencia a abrumar, especialmente en las obras de mayor tamaño.